Una Teología Fundamental es ese preludio que sienta las bases del gran discurso teológico-dogmático, y que, ya en los tiempos de Newman y hasta hoy, ha venido a ser clave para cualquiera que se asome a la realidad del cristianismo, académicamente o no. Newman fue un estudioso de la Sagrada Escritura y de la teología de los Santos Padres, la primera respuesta a la Revelación, y profundizó con un talante personalista en la consideración del modo de conocer y actuar del ser humano. Por lo tanto, no es aventurado presentarlo como un verdadero precursor de la Teología Fundamental tal como ha llegado hasta nosotros.
El presente trabajo expone con orden sistemático el aporte de Newman en este campo, recurriendo a sus textos oportunamente comentados.